Los girasoles en invierno
Albalucía Ángel
Novela-río. Novela-inicio. Novela-mantra. La primera obra de Albalucía Ángel es una experiencia torrencial y luminosa, un canto a la vida aullado a pecho descubierto —desde París, Roma, las islas griegas y Venus— por una joven Albalucía Ángel, futura titán de la literatura colombiana y madre espiritual del nuevo boom escrito por mujeres.
Publicada en 1968, e inédita hasta ahora en España, la reedición Los girasoles en invierno supone la reivindicación de una autora fundamental para entender la evolución posterior de la narrativa latinoamericana; una precursora de técnica irreverente en la que vida y obra se funden en conexión telepática para encontrar la voz propia.
Ángel escribe para vivir, y vive para escribir, cartografiando los mapas de un territorio aún inexplorado: donde lo real y lo imaginado, lo biográfico y lo literario, no entienden de distinciones ni fronteras.
Título:
Los girasoles en invierno
Autora:
Albalucía Ángel
Año:
1968 (Roma)
Diseño de la colección:
THIS is UMAMI
Diseño editorial:
Maider Mendaza & Marina Muñoz
Fotografías de la editorial:
Martina Matencio
Fotografías del libro:
Aleix Serra
Ilustración de la cubierta:
Maider Mendaza
Ilustración de la autora:
Maider Mendaza
Ilustraciones pictogramas:
Marina Muñoz
¿A quién le importaba lo que se puede llegar a ser? Un costal de huesos, comida de gusanos, cualquier cosa. Hoy su piel, su conformación celular, su cerebro, la sensación del vino recorriéndole el cuerpo, respondía solamente a la única pregunta válida: ¿Estoy viva…?
Albalucía Ángel (Pereira, 1939) es considerada una auténtica pionera de la literatura feminista en América Latina. Escritora itinerante y de apasionante biografía —ha vivido a lo largo de los años en Barcelona, Madrid, Londres, Roma, India o California—, su obra ha sido elogiada por autores de la talla de Carlos Fuentes o Julio Cortázar y publicada por editores que marcaron época en nuestro país como Carlos Barral.
Autora insaciable, ha cultivado prácticamente todos los géneros literarios, desde la novela o el relato, pasando por el periodismo, la crítica de arte, el teatro, el ensayo y la poesía.
Pese a su relevancia y transcendental aportación a la literatura latinoamericana, fue arbitrariamente borrada del canon debido a valoraciones patriarcales, intrínsecas del primer boom de los años sesenta y setenta. Es ahora por fin reconocida por las nuevas generaciones de escritoras como lo que realmente es: un referente indudable y necesario que, siempre desde lo experimental y rupturista, se atrevió a abordar temáticas hasta entonces tabú como la violación, la violencia sistémica y transgeneracional o la sexualidad libre.